ELLA

El otro día la vi. No había visto en mi vida algo parecido. Era de mi estatura, mas o menos, tenia una larga melena morena que se perdía por su espalda, una melena que, al agitarla, hacia que el aire se revolucionase de tal manera que todos los que estaban a su alrededor eran atraídos hacia ella. Tenía una figura estupenda, no muy llamativa, justo lo que a mi me atrae. Su piel era un tanto morena, no excesivamente. Su cara era el reflejo de la perfección; su boca, en ese momento seria, pedía a gritos regalar una sonrisa. Sus manos estaban cuidadas, y por ello, parecían suaves, dispuestas a estrechar una mano agraciada. Su manera de andar, sencilla, me atrajo desde el primer momento. No podía perder mas tiempo, fui tras ella, esperando poder alcanzarla.Su ritmo, al cabo de unos instantes, aceleró; mas tarde, giró a la izquierda y se metió en una calle oscura, llena de piedras, piedras que ella esquivaba casi sin esfuerzo, mientras yo tenia que pararme prácticamente para no tropezar, algo que me hizo perder distancia respecto a ella. ¡No, no y no!, no podía perderla, sino, mi vida no tendría sentido; aceleré mas el paso, con rabia, dispuesto a atravesar una muralla si era necesario para alcanzarla. De repente, y cuando mas lejos estaba y mas cansado me sentía, se paró. Se quedó completamente quieta, en un lugar en el que no había absolutamente nada alrededor. Esa era mi oportunidad; sin apenas fuerzas, llegué hasta ella. Al momento, se giró y me miró con una cara que denotaba que me conocía de siempre. Alargó el brazo, y me cogió de la mano mientras decía con una voz dulce y delicada: “No temas. Yo siempre estaré a tu lado”. Sin lugar a dudas, era ella, tal y como me habían contado. LA ESPERANZA."